comScore, el medidor oficial del mercado digital en España, se encuentra en una situación que, como poco, se puede definir de preocupante.
El desplome en Bolsa de la compañía se debe a la marcha de su cúpula directiva la pasada primavera. En cifras que una empresa como comScore se desplome supone nada menos que, un recorte de 1.200 millones de dólares de capitalización.
Bryan Wiener -CEO- y Sarah Hofstetter -Presidenta- abandonaron en el mes de marzo la compañía tras numerosas diferencias con el consejo de administración sobre la estrategia que debía implementarse a corto plazo.
La nueva cúpula no ha conseguido aún poner en marcha otras opciones estratégicas para continuar adelante, el hermetismo por el momento es total.
Pérdidas de más de 300 millones de euros
Los seis primeros meses de 2019 en cuanto a resultados no fueron especialmente satisfactorios, la compañía anunciaba unas pérdidas de más de 300 millones de dólares, y una reducción de los ingresos en hasta un 4% en el mes de junio.
Sin embargo, no todo son malas noticias para comScore, durante el mes de mayo se confirmaba que se mantendría en su posición como el medidor oficial de la audiencia digital, firmando un acuerdo con la Comisión de Seguimiento del Concurso para la Medición Digital en España, formado por Interactive Advertising Bureau (IAB Spain), la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC) y la Asociación Española de Anunciantes (aea).
Este acuerdo resultaba un empuje para la compañía ya que tras un año en el que había permanecido como medidor provisional, a pesar de haber ganado el concurso abierto a finales del año 2017, las negociaciones con la Comisión no habían prosperado.
