Desde hace tiempo la prensa tradicional está sufriendo una dura evolución hacia el sector digital. Sus ediciones impresas cada vez se consumen menos en favor de sus ediciones digitales en lo que a facturación por publicidad se refiere.
Las ediciones digitales de los medios tradicionales son las que están dando soporte en cuanto a ingresos publicitaros desde hace un tiempo. El pasado mes de septiembre, el 41% de todos los ingresos publicitarios llegaron desde internet, una tendencia que va al alza.
Encontramos todo tipo de medios en esta directriz: generalistas, regionales, económicos y deportivos.
Tan solo hace un año, los ingresos de las ediciones digitales de los diarios impresos constituían el 36%, creciendo un 12,8% en 2019 en detrimento de la segunda, que cayó un 8,14%.
Los comportamientos del usuario tienen hacia las ediciones digitales
Los diarios económicos y deportivos han logrado efectuar esta transición de un modo más apresurado, mientras que los generalistas y los regionales mantienen una fuerte dependencia de la publicidad en papel.
Teniendo en cuenta este crecimiento, las cifras son claras, más de la mitad de los ingresos de publicidad son digitales.
Entre las cabeceras principales de nuestro país, se facturaron 32,7 millones de euros en publicidad, de los que 16,8 millones fueron digitales.
Inversiones dirigidas de forma correcta para lograr beneficios
Por otro lado, la difusión de los seis diarios españoles de mayor tirada, se ha visto reducida hasta las 451.148 copias. Un 70% menos que en el año 2007, el momento álgido de la difusión de la prensa impresa que coincide con la aparición de los smartphones (la llegada del iPhone) y que impulsaron y acabaron por consolidar el consumo de la prensa digital.
Resulta imprescindible tener en cuenta estos datos para ser consciente de la importancia que Internet y su publicidad tiene en cualquier sector.
Por eso es tan necesario revisar los procedimientos y las formas de proceder a la hora de crear campañas publicitarias, realizar inversiones o tener en cuenta, sobre todo, el comportamiento de los usuarios.
Un estudio pormenorizado de las necesidades de cada cliente nos ayudará a optimizar dichas campañas y, sobre todo, alcanzar el máximo beneficio, dirigiendo la inversión de la forma más recomendable.
