El último informe mensual de Global Ad Trends, elaborado por WARC hablaba entre otras cosas del temor de los considerados como «marketeros» (que no profesionales de la Programática), sobre los «peligros» del sector. Esto nos lleva a una reflexión interesante sobre la Publicidad Programática y la falta de expertos y profesionalización del sector.
Como en cualquier otra carrera, es complicado que alguien que no maneje con detalle las características de determinados sectores, alcance los objetivos marcados. Por ejemplo, por mucho que nos guste la repostería o la cocina en general, será extraño que logremos crear maravillas como las de Ferrán Adrià o Dabiz Muñoz. Con la Compra Programática podemos realizar una comparación bastante similar.
Si no se conoce en profundidad la forma de manejar la Compra Programática, resulta complejo hacerlo de forma correcta. Si a esto, además, le unimos que lo que muchos consideran «grietas en la seguridad» por culpa de la Programática, no es más que mostrar las carencias del mundo ideal del marketing online que se había vendido hasta el momento, ha llegado el momento de hacer una reflexión por parte de todos sobre el tan mencionado ecosistema digital.
El fraude en Programática es combatible, hacen falta profesionales formados
Resulta curioso cómo no para de hablarse sobre el fraude programático, sin advertir que es perfectamente combatible con numerosas herramientas y, una vez más, con conocimientos sobre la herramienta. ¿Sospechoso verdad?
La inversión en seguridad y en formación son dos de las claves que permitirán que la confianza que muchos anunciantes ya tienen en la Publicidad Programática se haga extensible a aquellos que aún tienen ciertas reticencias.
¿Existe fraude exclusivamente en Programática? ¿Las grandes agencias son completamente sinceras y transparentes con sus clientes? ¿Saben los anunciantes los servicios que contratan? Estas son solo algunas de las múltiples reflexiones que podemos realizar al respecto de este tema y ha llegado el momento de planteárselas seriamente.
