Desmontando los mitos de la programática: Hay muchos robots generando fraude

A nadie le resulta novedoso que prácticamente a diario, los detractores del uso de la compra programática escriban algún artículo “avisando” de lo terrible y peligrosa que es esta herramienta y la cantidad de fraude que se genera a su alrededor. Sin embargo, los argumentos que se utilizan para este tipo de afirmaciones, si se “rasca” un poquito no tienen la base suficiente para hacerlos convincentes y sobre todo reales.

Por eso hoy queremos desmontar otro de los grandes mitos sobre la publicidad programática con argumentos de peso y probablemente, las explicaciones que todavía no se han dado a los clientes.

No vamos a negar que es cierto que existe una determinada cantidad de clics generados por tráfico no humano o malboots, robots diseñados para pinchar en las campañas online.

Hay varios motivos por los que existe este fraude:

  • Cuantos más clics se consigan, más dinero gana un publisher.
  • Empresas que, con el objetivo de derrotar a su competencia, utilizan esta técnica para hacer crecer exponencialmente los costes publicitarios de sus rivales en el sector y así ganar ventaja competitiva.
  • Hackers que testan nuevas herramientas.
  • Etc.

Hace dos o tres años saltaron noticias poco esperanzadoras para la compra programática, donde algunas campañas arrojaban en sus resultados una cantidad de clics generados por robots.

Esta noticia salió en miles de webs y hasta fue difundida por Financial Times, pero la propia empresa de automoción reconoció que el fraude duró solo tres semanas de una campaña mucho más larga, y que durante ese periodo supuso el 57% de los clics pero solo el 6% del total de la acción. Sin embargo, el mal ya estaba hecho y el desprestigio del RTB no paraba de crecer.

Actualmente los reguladores mundiales de Internet consideran aceptable un fraude de hasta un 4%.

Además, todos los grandes DSP’s tienen medidoras externas que garantizan que no se excede este porcentaje. En Ad Explora trabajamos con ComScore y su medición del último año nos asigna una media de un 1,6%, totalmente dentro de los parámetros permitidos.

Y todo esto qué es lo que quiere decir, sencillo. Cuando se pone en marcha una campaña, es absolutamente imprescindible que detrás existan las manos de un profesional en constante vigilancia para revisar y modificar los procedimientos y las estrategias, obteniendo así los mejores resultados. El fraude existe en absolutamente cualquier sector, herramienta y campo que nos venga a la cabeza, lo importante es ponerle freno y sobre todo vigilar que no suceda.

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